Después que Jesús expuso Las Bienaventuranzas, continuó diciendo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida. ¿Cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.”

Evangelio de Mateo 5:13

La sal es un producto tan necesario para usos distintos. Hay varios tipos de sal, de higuera, de Olson, del Himalaya, kosher, de gusano, negra y sal de mesa, es denominada cloruro sódico. Jesús se está refiriendo a esta última, que era un producto del mar, tenía un procedimiento de limpieza, secado, etc. A veces en forma de cristales. La sal es un elemento saborizante, es importante para conservar la carne y no se eche a perder, después se ponía al sol; eso se hacia antes de la invención de los refrigeradores y aún se continúa realizando en lugares apartados donde no hay energía eléctrica.

Precisamente, eso se hacía en tiempos de Jesús, por lo que Él le da mucha importancia a la sal de tal manera que hace un símil, que le sirve como medio para establecer una relación entre el elemento real y otro imaginativo o figurado, una comparación. El dice a sus discípulos: “ustedes son la sal de la tierra.” ¿Qué quiso decir? Que así, como la sal es útil para preservar los alimentos y darles sabor, así los discípulos deben ser útiles para preservar de la corrupcion y del mal a la gente, tienen que hacerlo con su testimonio y con el evangelio. Que mantengan su carácter principal así como la sal.

En nuestra vida debemos conservar ese carácter de cristianos, si lo perdemos seremos como la sal que pierde su sabor y su cualidad de preservador. No podemos ser iguales a las personas que no tienen temor a Dios y no tienen a Cristo en su vida. Su conducta y filosofía de vida son muy diferentes a lo que nosotros creemos y tenemos como discípulos de Él. Ayudemos a otros a ser sal, creyendo y siguiendo a Cristo como Salvador y Señor, sus vidas alcanzarán el verdadero carácter que Dios quiere que tengan y participen en dar sabor a este mundo y preservarlos de la contaminación moral en que la gente vive. Seamos fieles a nuestro carácter cristiano.

Lee Mateo 5:13-16