Ahora es posible conocer a Dios más fácilmente que en la época de Job, a los hebreos o israelitas Dios se había revelado por medio de la naturaleza, por medio de la Ley dada a Moisés, por la predicación de los profetas y acontecimientos portentosos.

Pero desde hace dos mil años, Dios se reveló en su Hijo Cristo Jesús. Dios ya no es un desconocido, cruel, sanguinario, vengativo, o que no le importa nadie, ni aún a sus hijos humanos. Ciertamente, y lo reconocemos, que nuestra inteligencia y nuestros pensamientos son limitados ante la grandeza de Dios, pero sí podemos conocerlo.

Jesús el Cristo dijo: “si a mí me conocieran, conocerían también a mi Padre” Así que, cuando conocemos a Jesús recibiéndolo en nuestra vida comenzamos a conocer a Dios, a Él nadie lo ha visto jamás pero se dio a conocer por medio de su Hijo, el Mesías prometido y por medio de Él podemos conocer más a Dios, sus perfecciones y su actuar en base a su soberanía que todo está bajo su control, podemos conocerlo como un Padre amoroso y perfectamente bueno.

Continúa…

Lee Juan 14:6-11