Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; Yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré.”

Libro del profeta Isaías 41:13

Con toda seguridad te has subido en algún barco, o has estado en un muelle donde el  barco está anclado, a veces lo hacen en alta mar, y lo hacen por medio del ancla, todas los barcos tienen una, el ancla produce estabilidad a la embarcación porque se va al fondo del mar, no se ve pero está ahí manteniendo o dando estabilidad.

En nuestra vida hay situaciones que no podemos manejar y nos producen confusión e inestabilidad, tenemos la necesidad de tocar fondo y salir a la superficie para recobrar lo que hemos perdido sea en el área mental, emocional o espiritual.

Cómo hacerlo es la pregunta o quién puede ayudarme. El pueblo de Israel estaba en una situación de inestabilidad, están hundidos en varios aspectos de sus vida, Dios le dice al profeta Isaías que les diga: “No temas, yo te ayudaré”, Dios nunca los había soltado de su mano, pero ellos se han apartado de Él. En flagrante oposición no quieren obedecer a Dios y los males les han alcanzado. Dios les ofrece su ayuda para salir a la superficie y continuará sosteniéndolos de su mano derecha, tendrán firmeza, estabilidad y se resolverán todos sus males y problemas, pero el pueblo cerró sus oidos. El profeta Isaías continuó exhortándoles pero ellos no escucharon, ni obedecieron.

A veces nosotros necesitamos tocar fondo desde ahí clamar por la ayuda de Dios, para que extienda su mano de misericordia, nos ayude a salir a la superficie, darnos estabilidad y apoyándonos a la solución de aquello que nos ha afectado. Depende de nosotros, Dios está ahí al alcance de nosotros para que podamos acudir a Él y recibir el oportuno socorro.

Lee Isaías 41:11-14