Jesús el Mesías y Salvador del Mundo, refiriéndose a Su Cena dijo a sus discípulos y a nosotros: “Háganlo en mi memoria”.

Al participar en ella es recordar su excelente vida, su predicación, su enseñanza, la sanidad a los enfermos, sus milagros, su compañerismo con sus amigos, sus sufrimientos emocionales al ser rechazado por su pueblo, así como físicos y la dolorosa muerte en la cruz.

El expresó a los suyos: “Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando” (Evangelio de Juan 15:13,14). Si te consideras su amigo, ámalo, obedécelo, sírvele y recuérdalo frecuentemente. Aplica sus enseñanzas a tu vida y comparte su evangelio de amor a otros. Cuando tomes su Cena recuérdalo en adoración y gratitud por lo que hizo por ti y ahora intercede al Padre por nosotros.

Que grande amor. ¡Bendito sea! Por siempre y siempre. Su cena es para pecadores arrepentidos y que han confiado su vida a Él, creyendo que, en Jesucristo, el Hijo de Dios hay vida abundante y eterna.

Lee Juan 15:9-17