En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Sí Padre, porque fue tu buena voluntad.”

Evangelio de Lucas 10:21

Es maravillosa esta breve oración de alabanza de Jesús. Reconociendo que Dios su Padre es muy sabio, lleno de todo conocimiento anticipado y de buena voluntad respecto a los asuntos de su reino en el corazón de las personas, por medio de la predicación del evangelio de su Hijo. Los antecedentes de esta oración de alabanza de Jesús, es que, por su iniciativa envió a predicar a setenta y dos discípulos, de dos en dos a todo pueblo y lugar adonde Él pensaba ir. Jesús les dijo: “es abundante la cosecha, pero son poco los trabajadores. Por eso pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande más trabajadores a recogerla” Lucas 10:1-2. Los setenta y dos discípulos fueron y compartieron la obra del Mesías que ya estaba en acción, predicando, salvando y sanando a los enfermos, liberando a endemoniados y haciendo también otros milagros, demostrando que el reino de Dios se había acercado. En muchos lugares estos discípulos fueron recibidos, haciendo obras prodigiosas, de tal manera que los demonios reprendidos salían de los cuerpos de muchas personas, hicieron lo mismo que hacía su Maestro. Cuando ellos regresaron después de algunos días, muy alegres informaron a Jesús lo que habían realizado y la buena respuesta de la gente de los diferentes lugares a donde habían ido. Jesús les dijo, “Yo veía a Satanas caer del cielo como un rayo” Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. Sin embargo, no se alegren de que pueden someter a los espíritus, (demonios) sino alégrese de que sus nombres están escritos en el cielo.” vv. 18-20.

Este fue el motivo de la alabanza de Jesús a su Padre, por haber usado a estos hombres. Tu y yo tenemos dentro de nosotros al Espíritu Santo para participar en la obra de evangelización, que Jesús ha pedido, ninguna persona debe quedarse fuera del reino de Dios. A todos sus seguidores nos corresponde obedecerle en todo lo que ha mandado, participando en el extendimiento del reino de Dios en los corazones de los que todavía no han creído por medio del evangelio de Cristo Jesús, orando por los que salen de su país a otro país y cultura diferente.

Lee Lucas 10:17-21