La justicia de Dios es inaplazable a menos que haya arrepentimiento en el ser humano, en un pueblo, en una sociedad o en una nación. Debemos recordar que Dios es soberano sobre todos los asuntos humanos. El tiene todo el derecho y la libertad de usar y disponer de la raza como Él quiere. Cualquier asunto que hace el Señor es justo, porque Él es Dios (Salmo 115:3; a los Romanos 1:18-23).

La pandemia del SARS-CoV-2 que produce la enfermedad respiratoria COVID-19 (2019), se tiene que reconocer que Dios lo ha permitido, la humanidad se ha desviado de los propósitos de Dios, a semejanza de los egipcios y sus gobernantes. La oración es básica para orar por los gobernantes y las sociedades del mundo para que haya más justicia social, compasión, derecho y seguridad; también un regreso a Dios en verdadero arrepentimiento, buscando el perdón y la salvación en Jesucristo. El pueblo de Israel fue libre de la esclavitud, así debe ser también  en  nosotros.

Lee Romanos 1:18-23