Hace algunos años el Dr. Patricio Carter, escribió un libro con el título “Vivamos en el Espíritu Cada Día”, en él hace una exposición amena y con profundo contenido sobre el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Trinidad.
Cuando nosotros hemos creído en el plan de Dios sobre la salvación del alma y de la vida, por medio de creer y aceptar a Jesucristo como el Mesías prometido, el Salvador, por quien nosotros fuimos perdonados por nuestras aberraciones, desobediencia y pecados. Por causa de su sacrifico al morir voluntariamente por el ser humano para que éste tuviera una nueva vida aquí en la tierra y recibir la promesa de la vida eterna con Dios; abolió la condenación eterna, la culpa, dándonos al Espíritu Santo como sello de esa promesa, como seguridad de nuestra salvación y la promesa de la resurrección de nuestro cuerpo cuando Él venga y nos traslade para estar con Él. Así que, el Espíritu que está en nosotros es llamado Parakleto, alguien que ayuda, que consuela, que purifica, que aboga por nosotros ante el Padre cuando oramos, porque él también es intercesor. El Apóstol Pablo escribiendo a los hermanos que estaban en Roma les asegura: “Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios” (Romanos 8:26, 27).
También Él nos enseña toda verdad de Dios revelada en su palabra, esa fue la promesa de Jesucristo: “…Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Parakleto (el que consuela) para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes si lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes” (Evangelio de Juan 14:16,17). “Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, Él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciara las cosas por venir. Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes”. (Evangelio de Juan 16:13-15).
Vivamos en el Espíritu cada día porque es necesario para nuestro bien vivir en Cristo, depender de Él y pedirle que nos de su plenitud.
Lee Romanos 8:1-17 26,27