EL CONSUELO DE JESÚS

En el capítulo 14 del evangelio de Juan, Jesús está consolando a sus discípulos, diciéndoles: ”no dejen que el corazón se les llene de angustia”, no se preocupen, confíen en Dios y confíen también en mí” (v. 1) y continuó diciéndoles: “Me voy, pero volveré por ustedes para que estén conmigo para siempre en la casa de mi Padre ” (v. 2) “Yo soy el camino” (6) “Lo que necesitan pídanselo a mi Padre en mi nombre, yo se los daré” (vv. 13-14)  para reafirmar la consolación les promete: EL ESPÍRITU SANTO   —“Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen mis mandamientos. Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu Santo para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes” (15,16 NTV lenguaje Actual) “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre, y les dará otro Consolador para que los acompañe siempre. El Espíritu de verdad …” (vv. 15,16,17 NVI).

Continuó Jesús animándoles, que dependieran del consuelo y de la ayuda del Espíritu Santo, “él les enseñará todo lo que quisieran saber y les recordaría sus enseñanzas” (14:25).

ESA ES LA PAZ QUE DIOS DA: 

Jesús le advierte a sus seguidores y también a nosotros “que tendrían problemas en este mundo” (16:33), les dijo: “que algunos serían aborrecidos, y perseguidos por causa de él, pero prometió: que nunca los abandonaría, pues su presencia estaría con ellos. Esto es aplicable a todos sus seguidores incluyéndonos a nosotros. Y entonces para terminar este consuelo les ofrece lo más maravilloso: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien, ni tengan miedo” (14:27). La versión NTV lo dice así: “Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy, es un regalo que el mundo no puede dar.”

Continúa…

Lee Juan 14:1-27