¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor; Practicar la justicia, amar la misericordia y humillarte ante tu Dios.

Profeta Miqueas 6:8 NVI

Alguien escribió un libro con este titulo: “Viviendo con mi padre” relatando muchos momentos alegres en el hogar provocado especialmente por un padre que era un tipo raro, pero muy simpático. En su libro, el autor dice entre muchas  otras cosas, algo que llama la atención y es lo siguiente: —Mi padre nunca permitió que su religión le demandara nada. Igual que muchos que asisten al templo a la reunión de la iglesia cristiana, quieren disfrutar de los privilegios que ofrece Dios, sus valores sentimentales y de otras clases del grupo, pero no permiten ninguna exigencia ni de Dios, ni de la comunidad cristiana. En cuánto a ti ¿qué te demanda tu fe religiosa? O ¿qué cosas tiene el derecho de demandarte?

No debe sorprendernos que muchos estén confundidos en este punto, puesto qué hay muchas religiones o grupos religiosos y unas exigen unas cosas y otras exigen otras. El Budismo requiere unas cosas, el Islamismo otras diferentes, el judaísmo con sus diferentes facciones demandan otras cosas o prácticas y el Cristianismo otras distintas. Aún dentro del cristianismo hay un enorme mosaico de denominaciones, más las sectas que se llaman cristianas,  recalcan sólo un aspecto o dos de las verdades bíblicas. En una ocasión en su ministerio, Jesús sanó a un hombre de ceguera usando tierra y su saliva. En otra ocasión sanó a un ciego no usando nada. Hoy en día el primero quisiera fundar una religión insistiendo en lo esencial de la saliva y del lodo para ser salvo. El otro hombre consideraría que no se necesita absolutamente nada para ser salvo. Así que serían dos denominaciones más, una llamándose “los  lodistas o enlodados”, y los otros los “desenlodados”. No se necesita mucho para fundar sectas justificándose en un pasaje bíblico. Por eso mucha gente están confundidos y se resisten a aceptar la fe verdadera en Cristo. No obstante, el profeta Miqueas contemporáneo del profeta Isaías, proclama con suma autoridad. El versículo citado expresa una de las grandes verdades de la fe bíblica más profundas de toda la historia humana. “Es una inspiración digna de un genio preeminente, tan importante y sublime como la ciencia de Aristóteles” (Huxley).

Para nosotros los que creemos en lo que dice la Biblia como palabra revelada de Dios, este es uno de los principios fundamentales de la vida espiritual, inspirado por el Espíritu Santo. Porque si consideras, qué es lo que pide Dios de ti, de mi y de todos los seguidores de Cristo Jesús, demandas fundamentales de nuestra conducta, los móviles y nuestras relaciones con los demás. Más claro aún, la religión o fe verdadera en Dios, se expresa en hechos  íntegros motivados por deseos puros que tienen por fuente y base una relación íntima con el Dios de amor que es nuestro Padre Celestial.

Continúa…

Lee Miqueas 6:6-8