Pero de una cosa estoy seguro; he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!

Salmo de David 27:13-14

El escritor de la carta a los Hebreos, define así la fe: “la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.” (11:1) La traducción en Lenguaje Actual lo define: “Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aún cuando no se pueda ver.”

Las emociones son reacciones que ocurren de manera espontánea. Es un estado afectivo que experimentamos. Como la alegría, el gozo, confianza, interés, admiración, amor, gratitud, esperanza, inspiración, perdón, enojo, ira, tristeza, miedo, ansiedad. A veces, alguna de nuestras emociones nos afectan a creerle a Dios o a las promesas de Dios. Jesús tocó ese asunto cuando dice: “pidan con fe” “¿a poco Dios nos les hará justicia? ¿no valen más ustedes que las aves? O Santiago cuando dice: “pidan con fe no dudando nada, porque el que duda es como las olas del mar llevadas de un lugar a otro.” “si dudan no recibirán nada.” El Salmista David nos da testimonio de haber visto la bondad de Dios. También nosotros podemos ver esa misma bondad de Dios en acción en nuestro futuro inmediato o mediato.

Repite dos veces “pon tu esperanza en el Señor, ten valor, ten ánimo.” Estas palabras apelarán a que tengas emociones positivas, a experimentarlas cada día, “porque ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma (área emocional) y del espíritu (área espiritual donde reside el Espíritu de Dios), hasta la médula de los huesos (área física) y juzga los pensamientos (área mental) y la intenciones del corazón.” (carta a los Hebreos 4:12).  Tienes que creer en esta declaración de Dios por medio del escritor.

Por lo tanto, aprendamos tres cosas: 1o. La fe mata los sentimientos negativos, si se te vino el universo encima, recuerda que a tu lado está el Creador del Universo, Él puede ayudarte a quitarte esa carga y todo lo que te está afectando. 2o. La respuesta de Dios a tu oración puede llegar a través de una persona, porque Dios lo ha hecho y puede hacerlo contigo, por lo que presta atención y elige bien a quien escuchas con el consejo que te dé. 3o. ¿Qué tal si tú y yo nos convertimos en una voz que Dios usará para favorecer a otros en el presente o en el futuro? Eso traerá su recompensa en tu favor, Dios dice, “así es también la palabra que sale de mi boca : no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo deseo.” (libro de Isaías 55:11) Crece en la fe, más que en tus emociones, te dará mejor resultado.

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