En los versículos 19-29 hace mención de lo que Dios expresó sobre el rey David, y su compromiso de auxiliarlo en todo y la protección para él y su reino. En los versículos 30-37 menciona las advertencias de Dios con respecto al pueblo de Israel y sus consecuencias si lo desobedecen, Él no quebrantará su pacto con David, ni se va a retractar de sus palabras, y enfatiza: “Una sola vez he jurado por mi santidad, y no voy a mentirle a David: Su descendencia vivirá por siempre; su trono durará como el sol en mi presencia. Como la luna, fiel testigo en el cielo, será establecido para siempre” (vv. 35-37).

En los versículos 38-51 expresa su inconformidad de que Dios no actúa en favor de su pueblo, porque están siendo ultrajados por los pueblos enemigos y a él le asecha la muerte, perdiendo la esperanza de sobrevivir. Finalmente Etan bendice al Señor: !Bendito sea el Señor por siempre! Amén y Amén.

Hay varios asuntos en este salmo de Etan que nos corresponde considerar: 1. Reconozcamos la grandeza de Dios, como Señor y Creador de todo, no importa lo que diga la ciencia o la filosofía. 2. Alabemos y demos gracias en todas circunstancias por su justicia, fidelidad y amor. 3. Hay un juicio pendiente para los enemigos de su pueblo Israel y de sus hijos los gentiles. 4. Dios cumplirá su palabra a David de que su descendiente el Mesías Jesús reinará por siempre y para siempre, redimirá al pueblo de Israel cuando regrese a este mundo.

Lee Salmo 89:19-52