Salmo 8

Hay en las Sagradas Escrituras algunos pasajes que hablan del cielo en sus tres acepciones: el atmosférico, que rodea la tierra. El sideral, cósmico o astral y el tercer cielo es donde se encuentra Dios, a ese tercer cielo también se le llama paraíso (2a. Corintios 12:1-4). En el libro de Génesis 1:1 comienza el relato de la creación diciendo “En el principio creo Dios los cielos y la tierra.” Aquí se refiere al cielo atmosférico y al cosmos. David, el salmista, poeta y rey escribió este hermoso Salmo ocho, comienza con una declaración muy importante: “¡Oh Yehova’, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!” En la nueva versión internacional usa en este primer versículo los términos soberano e imponente  para expresar con dignidad la gloria de Dios, su soberanía, su grandeza, porque su nombre es imponente, su persona es exaltado sobre toda la creación. El término glorioso sugiere esplendor, forma que sugiere alabanza. Continúa el verso “Has puesto tu gloria sobre los cielos”, su exaltación, su gloria sobre lo más alto, puede referirse sobre los tres cielos, o lo más alto. En el versículo tres vuelve al reconocimiento del poder omnipotente del Dios Creador: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste”, hace referencia al cosmos, al cielo donde se encuentra el sol, la luna, los planetas, las estrellas de otros sistemas.

Ese universo es tan grande que es imposible medir su distancia, los astrónomos hablan de millones de galaxias y las galaxias contienen millones de estrellas y de sistemas planetarios, su grandeza es inconmensurable, además es misterioso pero bellísimo, tiene una atracción para los sabios observadores de estudiarlo, conocerlo más y más.

El cielo atmosférico es también maravilloso, encantador y nos invita a la observación a simple vista. Tiene su coloración por medio de materiales en suspensión, lo cual por medio del sol emite luz que pasan por las moléculas atmosféricas. El color azul se dispersa en exceso dando oportunidad al resto de los colores de manifestarse. Resplandecen su colorido en las mañanas creando una bellísima pintura natural y expresiva de belleza indescriptible que el poeta, el pintor les inspira para sus composiciones y a los otros seres humanos nos produce alegría y descanso. Lo mismo nos sucede al contemplar el cielo atmosférico al atardecer. Es tan bello el cielo, hermoso e inspirador.

Continúa…

Lee Salmo 8:1-4