También debemos ser parte como cristianos de:

Una Comunidad Evangelizadora (Efesios 3:1-3) La obra de Cristo, la extensión de su evangelio, el crecimiento del reino de Dios es nuestra tarea, si no compartimos la salvación espiritual en Cristo, estamos fallando como creyentes en Cristo y como Iglesia. El discípulado comienza después que la persona ha creído en Cristo y lo ha declarado como su Salvador y Señor. En este capítulo 3, el apóstol Pablo nos hace 4 recomendaciones, dice que:

  1. No seamos egoístas —Eso nos enseña en los (versículos 1-2). El afirma que la gracia de Dios le fue conferida para compartirla a otros. No se quedó la salvación en Cristo solo para Él, sino que dedicó su vida para compartirla con otros.
  2. Dios nos ha dado el mensaje de salvación (versículos 3-6). Porque el misterio que era para los judíos, ahora lo ha dado a los gentiles para formar un solo pueblo. La salvación es para todos y nosotros debemos ser los portadores.
  3. Tenemos que compartir las buenas noticias porque se nos ha dado el poder para hacerlo, con la dirección del Espíritu Santo (versículo 7). Con espíritu humilde, sin jactancia, pacientes. Los mexicanos en su mayoría tienen cierto conocimiento del evangelio, de Dios, de Cristo. Esto nos lleva al discipulado, formemos a estos nuevos creyentes o que han tomado una decisión por Cristo, alentémosles. 
  4. Siembra de iglesias y obra misionera tras cultural Hemos apoyado con recursos a misioneros en otras culturas, pueden ser etnias de nuestro país o en otros países. Hemos hecho lo posible de participar como iglesia, debemos continuar haciéndolo como cristianos.

Así también ser parte de:

Una Comunidad de Servicio. Esta obra de servicio debe darse como una característica en nosotros que amamos, en favor de los que sufren o padecen algún tipo de necesidad, con alimentos, con ropa, a veces hay personas conocidas que necesitan un consejo o por lo menos desean ser escuchados, se sienten deprimidos o enfermos y darles una palabra de aliento, o una oración es tener compasión. Cuando se  nos pide apoyo con despensas, medicinas, etc. para gente que han sido afectados por algún desastre debemos apoyar.

Continuemos sirviendo como comunidad por medio de nuestros dones espirituales. El apóstol Pablo nos recuerda: “Pero a cada uno de nosotros se nos ha dado gracia en la medida en que Cristo ha repartido los dones” (4:7-8).

Continúa…

Lee Efesios 3:1-7