Las crisis llegan a nuestra vida y nos afectan, cambian nuestras expectativas y nuestra tranquilidad, pero al confiar en el Señor Él resolverá toda situación o nos ayudará para que nuestra fe nos sostenga en medio de esa crisis. Nos dará la ayuda de su Espíritu para que no caigamos en el desespero y nos alejemos de la comunión con Él.

Algo importante, no caigamos en la necedad de ocultar dentro de nosotros algún pecado, seamos sinceros, humildes y en arrepentimiento sincero confesemos todo pecado contra Dios, contra otros o contra nosotros mismos, recibiremos el perdón y se nos ayudará también a crecer en la fe. No hay respuesta de Dios a nuestros ruegos, deseos o peticiones, si no hay arrepentimiento.

Quien crece en la fe en medio de las crisis o dificultades de la vida es porque está en armonía con el Padre Dios, por medio de Jesucristo. Recuerda que Dios, sin proferir palabra alguna y antes que lo pensemos conoce nuestras necesidades o carencias, por eso cuando es una petición que sean pocas nuestras palabras, cuando es en favor de otros podemos prolongar, rogar intensa y frecuentemente. 

Tú y yo debemos tener un constante crecimiento en la fe y saldremos victoriosos en medio de las penas, tribulaciones o pruebas que la vida nos presenta.

Lee Mateo 6:5-15