A todo ser humano le preocupa el estar aislado, después de lo que vivimos en la pandemia podemos comprender a las personas que han sido privados de su libertad sea por secuestro o por encarcelamiento. Nunca es agradable estar aislados.

El apóstol Pedro nos anima: “Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos. Y después que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda misericordia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables” (I Pedro 5:6-10).

Recuerda, ¿quién eres? Tú y yo somos hijos de Dios, por la obra de los sufrimientos y muerte del Mesías Jesús.

Continúa…

Lee 1 Pedro 5:6-11