Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ustedes toda enfermedad. En tu país ninguna mujer abortara ni será estéril.    ¡Yo te concederé larga vida!

Libro de Éxodo 23:25-26

El Señor Jesús dijo a la mujer de Samaria: “Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es Espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.”  -Juan 4:23-24

La enseñanza o indicaciones de Jesús respecto a la adoración a Dios es muy clara y sencilla de hacer. Siendo Dios Espíritu, la adoración debe ser espiritual, es decir, desde el interior de nuestro ser, guiados por el Espíritu Santo, además debe ser en verdad, sinceramente, y en ella debe haber confesión de pecados, gratitud y hacerlo con suma reverencia. Ya sea en oración, con salmos, con himnos, cánticos espirituales cada vez con devoción.

Las promesas de Dios para los verdaderos adoradores son muy generosas.

1) Primeramente “bendecirá nuestro pan de cada día”, es decir, nunca faltará, será suficiente y provechoso a nuestro cuerpo y para acompañarlo con el líquido valioso como es el agua, en tierra desértica por donde caminaban los hebreos el pueblo de Dios y padecieron por falta de la apreciada agua o donde hay escasez como es nuestro país México y en otros países, el agua es muy valiosa para el.

2) La segunda promesa es tan necesaria para nuestro desempeño en la vida, estudio, trabajo y tranquilidad, “Yo apartaré de ustedes toda enfermedad”, se refiere a enfermedades que son muy difíciles de sobrellevar ¿Por qué entonces nos hemos enfermado de alguna enfermedad de alto riesgo o de un mal incurable? Tendríamos que examinar nuestro pasado negativo, también la inadecuada administración de nuestra salud, nuestros descuidos y falta de cuidado.

El ser humano es tardo en escuchar y en obedecer.

Continúa…

Lee Éxodo 23:24-27