—La iglesia tiene que tener unidad, como la iglesia en tiempos de los apóstoles. Hechos 2:1, 42; Efesios 4:2-3. Es necesaria esta unidad que provoca armonía y fraternidad, el amor fraternal nos ayuda, hay servicio los unos en favor de los otros y es de buen testimonio ante los de afuera o no cristianos.

—Una adoración sincera y una alabanza espontánea. Salmo 50:23; 66:1-4; 118; Efesios 5:19-20. Hay muchos salmos y en los escritos de los profetas y de los escritores del Nuevo Testamento donde encontramos la enseñanza sobre la adoración y la alabanza como elementos rectores en la vida de la comunidad.

—Fidelidad en las ofrendas a Dios. Malaquías 3:6-12; Ezequiel 44:30; Filipenses 4:10-20. Esto es un elemento importante, Jesucristo lo hizo, lo enseñó y los apóstoles y las iglesias del primer siglo lo practicaron y nos enseñaron a ser agradecidos con Dios quien es nuestro proveedor.

Busquemos y vivamos en el Espíritu cada día, es necesario para una vida plena en Cristo.

Lee Efesios 4:2-3, Salmo 66:1-4, Malaquías 3:6-12