“Disfrutar del trabajo y aceptar lo que depara la vida son verdaderos regalos. A esa personas Dios las mantiene tan ocupadas en disfrutar de la vida que no pasan rumiando el pasado.”

Eclesiastés 5:18-20 NTV

Interesante lo que el rey Salomón expresa como parte de la filosofía existencial del ser humano. Claro, es un punto de vista personal. Es importante el desempeño de la vocación que hemos recibido sea de parte de Dios, o el deseo de nuestros padres o por decisión del individuo. Cuando se tiene vocación se disfruta desempeñándola en el quehacer de cada día, se disfruta ese trabajo y sus resultados. Los que creemos en Dios y dependemos de Él reconocemos que nuestro trabajo y los resultados son regalos de Él. Nuestra ocupación en lo que nos agrada realizar en favor de la empresa, negocio de otros o nuestro, a Dios le complace, porque reconocemos que toda bendición viene de Él, su providencia, las oportunidades para servir y recibir lo justo como pago por nuestro desempeño. El hacer dinero honrado y en justicia es lo que Dios nos da por esa vocación ejercida, como resultado disfrutar sabiamente de la vida o de esos pequeños placeres en muy buenos alimentos, buena bebida, la comodidad de una casa, en los viajes de placer, y no olvidar nuestro servicio y ayuda a los necesitados si esperar nada a cambio. Jesucristo dijo: “no acumulen tesoros donde la polilla y el hollín corrompen, mejor hagan tesoros en el cielo…” La advertencia es que, no nos llevaremos absolutamente nada cuando muramos por lo tanto seamos sabios, porque cuando invertimos en el reino de Dios eso es placentero y ahí se cumple lo que Jesús dice, “de hacer tesoros en el cielo”, también dijo que todo lo que demos a nuestros semejantes no perderá su recompensa. Disfruta de la vida sin exagerar y sin pecar delante de Dios porque su justicia permanece para siempre.

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