La segunda razón del sufrimiento es:

Por la maldad de otros, que manejan las ciencias, por ejemplo los elementos biológicos para hacer daño a la gente indefensa provocado por la codicia de las grandes potencias, provocando conflictos bélicos contra otras naciones. Los virus es una arma biológica cuyo propósito es afectar la vida humana y la economía de algunas naciones.

Otra razón: Por nuestra falta de administrar adecuadamente nuestra salud, según ciertos principios que encontramos en Las Sagradas Escrituras, Palabra de Dios. Eso incluye nuestra área emocional y mental.                                          

Otra razón más: Es haber tomado malas decisiones y eso trae sufrimiento. Hogares disueltos por el egoísmo, maltrato por la violencia del hombre, injusticias en la familia, en la sociedad y en la autoridad que nos gobierna.    

Otra razón: Es el ataque del enemigo del ser humano, desde el principio fue el diablo, quien afectó todo lo creado incluyendo al hombre. El provoca el mal que hay en el planeta y en las sociedades del mundo, asesinatos masivos,  crímenes callejeros, narcotráfico, guerras, violencia en sus diferentes formas, niños violados, secuestros, suicidios, etc. etc.

Jesucristo fue muerto por los pecados de la humanidad provocados por el enemigo de Dios, pero Cristo lo venció al resucitar de entre los muertos y dar la oportunidad al hombre de recibir perdón por parte de su Creador. Aunque el sufrimiento continúa, pero llegará su fin cuando Cristo regrese a este mundo para juzgar a todos los que han hecho mal, incluyendo al diablo. “Porque está establecido que el hombre muera una sola vez y después de esto el juicio” ( Hebreos 9:26-28; 2 Pedro 2:4-14; Judas 14-15; Apocalipsis 14:6-7). Los hijos de Dios tenemos el apoyo incondicional del Espíritu Santo, debemos pedir su fortaleza y ayuda cuando el sufrimiento llegue a nuestra persona. No estamos solos, Jesucristo nos prometió: “…les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).

Lee 2 Pedro 2:4-14