Hebreos 7

Qué sabiduría recibió este escritor de esta carta y la inspiración del Espíritu de Dios, hay una conjugación en todo escrito del Nuevo Testamento, una es la revelación de Dios, descubriendo el velo que ocultaba su voluntad, la inspiración del Espíritu Santo y esa sabiduría del escritor que hace que esta carta a los Hebreos sea magistral, perfecta y con un conocimiento del judaísmo que a cualquier escriba o fariseo si la hubieran leído se hubieran quedado perplejo. Es un escritor desconocido, que nadie puede afirmar quién fue. Es excelente su escrito y él un conocedor de las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento y ademas es alguien que conoció al Mesías Jesús.

El sumo sacerdote del judaísmo hacía la función de mediador, pero antes de hacer sacrificios por el pueblo para perdón de pecados, tenia que hacer sacrificio por sus propios pecados, él era un pecador más entre los hombres. Pero el Mesías, Cristo Jesús fue perfecto cuando estuvo entre los hombres. La humanidad necesitaba un Sumo Sacerdote perfecto, sin pecado y que ejerciera un sacrificio único y perfecto, para que pudiera llevarlos a un encuentro reconciliador con Dios quien estaba airado con la humanidad. Solamente su Hijo, el prometido Mesías por los profetas para salvación de Israel y de todas las familias de la tierra. Dios cumplió su promesa en Jesucristo, el único mediador entre el hombre y Dios, tenía que ser la víctima, fue por eso que Él no se resistió a morir para cumplir con la voluntad de su Padre ofreciéndose a padecer por la humanidad pecadora y distante de su Creador.

Cristo con su muerte pagó nuestro rescate de la esclavitud del pecado, como único mediador, reconciliador, sumo sacerdote y redentor. Solo en Él hay salvación del alma y una vida con significado. Tenemos paz para con Dios por medio de Jesucristo. Con su resurrección tenemos vida eterna y la seguridad que al morir físicamente iremos al cielo para morar con Él para siempre. Acude a Él para tu salvación.

Lee Hebreos 7:1-28