La orientación pastoral o la terapia psicológica o combinadas ayudará notablemente en nuestra situación que vivimos en estos tres asuntos. Este desahogo, hará que entre la luz en todos los rincones oscuros de tu mente, borrarás las sombras, traerá el alivio deseado a la curación completa de la ansiedad que padeces y la oración traerá el bálsamo deseado para tu vida o para quien sufre de esto; abrirá el camino a la fe en Jesucristo lo cual es muy importante y es un método práctico para resolver este problema. 

¿Cómo alivia de los temores el hecho de volvernos a Dios con confianza? Si una persona pone sus pensamientos en Dios y su palabra, lo apartara de sí mismo, porque el temor, la preocupación y la ansiedad siempre acompaña al pensar constantemente en uno mismo. La actitud egocéntrica alienta los temores reales o imaginarios  y estos van desarrollándose sobre todo los imaginarios. El método seguro para salir de esta situación enfermiza es entregar nuestra vida a Dios, significa dejar en sus manos todo temor, preocupación y ansiedad, incluso nuestro futuro con toda confianza en sus manos. La fe en Dios no es innata en el ser humano, es un regalo de Él, cuando Dios ve nuestro deseo de acudir a Él,  ve nuestras necesidades, cuidará de nosotros por amor y lo hará de manera oportuna, nuestro mañana está seguro en sus manos, y lo que aquello nos tenia atados, Él nos hará libres.

Esta cita de la Biblia debería estar colgado en uno de los muros de nuestra habitación, para leerlo cada mañana antes de salir a trabajar, y cada noche para que nuestro subconsciente nos deje en paz: “En todas estas cosas seremos más que vencedores por medio de aquel que nos amó “ (Carta a los Romanos 8:37).

Toma la decisión de creer y confiar en Dios y lo que te impide tu realización, tu éxito y felicidad vendrá a ti porque te ama y desea cumplir su propósito en ti.

Lee Romanos 8:37-39