“El Señor le dijo a Gedeón: con los trescientos hombres que lamieron el agua, yo los salvaré; y entregaré a los enemigos madianitas en tus manos. El resto, que se vaya a su casa”

Jueces 7:7

El 1 de enero de 1959, 90 hombres estando en Progreso, Yucatán en 3 barcazas, llegaron a Cuba y este grupo de 90 hombres derrotaron al ejército del presidente Fulgencio Batista y lo depusieron como presidente,  tomaron el control del gobierno y de la Isla de Cuba. El 1 de enero de 1994 un grupo de guerrilleros indígenas de Chiapas pusieron en jaque al gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari. Muchas veces en la historia de los pueblos un pequeño ejército entrenado, disciplinado, con mucha valentía y arrojo hace la diferencia, en que los poderosos tiemblan y observan su fracaso como gobierno.

Lo mismo sucede en el reino de Dios, un pequeño grupo de personas de fe, traen cambios. En el Libro de los Jueces de Israel encontramos a un hombre común llamado Gedeón, él y sus 300 hombres que él escogió por indicaciones de Dios, derrotaron a 120 mil enemigos madianitas, una gran victoria de libertad. 

Tú y yo podemos ser de la minoría pero hay una garantía con el líder que nos dirige, que tiene el poder y los recursos necesarios.

Los Seguidores De Jesucristo Somos Esa Minoría Calificada. Debemos creer en el poder de Dios que actuó en el pasado, puede hacerlo hoy. Dios puede tomar a los pocos y lograr una victoria. 

Esa Minoría Calificada Son Los Que No Temen Al Enemigo, para hacer la obra de Dios, que toman las oportunidades para comunicar su mensaje de salvación por medio de Jesucristo para establecer su reino.

Los Obedientes Que Hacen Su Voluntad para lograr sus propósitos. Considérate afortunado, que hayas sido seleccionado para formar parte del ejército de Jesucristo, debemos tener la seguridad de la victoria porque su Espíritu está en nosotros y va con nosotros.

Lee Jueces 7:1-22