A propósito:
¿EN QUIÉN TE APOYAS PARA QUE TE AYUDE EN TUS PROBLEMAS?
¿En tu pareja, en tus hijos, tus padres, tus amigos, tu jefe del trabajo, tus empleados, en tu negocio, o te apoyas en ti mismo. ¿En quien?
Te aconsejo: espera en Dios con paciencia, no dependas de ti, ni de ninguna otra persona, ni de la buena suerte que regrese a ti. Dependamos del Señor. Él sabe responder de manera efectiva y recompensa a los que confían y esperan en Él. Necesitas fe en Él, el autor de la Carta a los Hebreos dice: “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que Él existe y que recompensa a quienes lo buscan”. Uno de los nombres que el pueblo judío le dio a Dios, fue Jireh: Proveedor, ciertamente el Señor provee a cada necesidad de sus hijos, porque Él es generoso, es ilimitado en su poder, por eso el salmista declara: “El Señor está conmigo, y no tengo miedo…El Señor está conmigo, él es mi ayuda… Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en los poderosos… Señor, ¡dános la salvación!. Señor concédenos la victoria… Tu eres mi Dios, por eso te doy gracias; tú eres mi Dios, por eso te exalto…Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.” (Salmo 118)
Te deseo en el Señor: ¡Mucho ánimo!
Lee Hebreos 11:1-6, Salmo 118