¿POR QUÉ TE QUEJAS?

El Salmo 43:5 dice “¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué voy a angustiarme? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. Él es mi Salvador y mi Dios”. ¿Han leído al profeta Habacuc en alguna ocasión? Este profeta constantemente se quejaba ante Dios: “Me mantendré alerta, me apostaré en los terraplenes; estaré pendiente de lo que me diga, de su respuesta a mi queja (reclamo) y el Señor me respondió: escribe la visión … pues la visión se realizará en el tiempo señalado, marcha hacia su cumplimiento y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala, porque sin falta vendrá” (Habacuc 2:1-3), considero que todos nosotros alguna vez hemos hecho esta pregunta a Dios: ¿Por qué? Por qué estoy en esta situación, en este problema o enfermo? ¿Por qué esta pandemia? Considero que estas preguntas son legítimas cuando sufrimos. Deseamos saber el motivo. A veces Dios nos da la respuesta y a veces no y cuando no nos responde nos desanimamos, nos abatimos. Pero, según le dice al profeta: “espera la respuesta”.

El rey David en ocasiones se sentía desanimado y se entristecía, así como nosotros;  algunos declaran, no soy feliz, ya estoy harto y otros más expresan, ¿para qué seguir viviendo? Espero que lo consideres, porque este salmo esta a nuestra medida, debe de animarnos, recuerden al profeta Habacuc, las promesas de Dios se cumplirán en el tiempo de Él.

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Lee Salmo 42, Habacuc 2:1-3