Hechos de los Apóstoles 2:36-42

Frecuentemente la audiencia en algún lugar determinado es afectada positivamente ante un sermón de edificación para creyentes o un mensaje de salvación para irredentos que desean estar en paz con Dios. En este pasaje del libro de los Hechos, el sermón del apóstol Pedro tuvo un efecto especial sobre los creyentes y no creyentes,  necesitaban cambiar su manera de creer y vivir y solucionar sus corazones afligidos. En este sermón el apóstol les dio la solución que sirve a los que tienen un corazón afligido. 

Los Síntomas Se Manifestaron, v. 37

  1. Aflicción del corazón en el arrepentimiento.
  2. Búsqueda de la solución. 

El Alcance De La Cura, Versículos 39,41 para todos.

(1) Padres a hijos, y eso te alcanza a ti y a tu generación y las que siguen en el orden tuyo.

(2) Hasta las regiones lejanas, en sentido geográfico.

(3) El límite es el llamado de Dios, lo cual significa sin límites para todos los seguidores de Jesucristo.

Los Resultados De La Cura, Vv. 41-42

Interesante  que la cura para la aflicción sea un asunto espiritual, porque va de por medio el área interior del individuo. Lo importantísimo es creerle a Dios y tomar oportunamente una decisión por Cristo El Salvador y Señor, antes que sea demasiado tarde.

  1. Creyeron y se bautizaron en obediencia a Cristo. Para ejemplificar la muerte, sepultura y resurrección  del Señor. Es maravilloso creer en Cristo y obedecerlo por medio de este simbolismo, el cual es un mandato.
  2. Perseveraban en la enseñanza de la palabra de Cristo Jesús. La palabra de Dios es eficaz, nos forma, nos instruye y produce crecimiento.
  3. Participaban en la comunión unos con otros. Una linda hermandad.
  4. Participaban en ayudar a los más necesitados, con alimentos y todo tipo de servicio. Eso es comunidad comprometida.
  5. Continuaban en oración. Eso es tan necesario en una comunidad de cristianos. El milagro que aconteció en la vida de cada uno de ellos puede tomar lugar en nuestra vida. Creer en Jesucristo, obedecerlo y seguir el ejemplo que Él nos da para vivir una vida con mucha satisfacción.

Lee Hechos 2:36-42