Eso dice el Apóstol Pablo a los creyentes en Cristo de Roma, en la carta que les envío, capítulo 12:13. Durante el ministerio de Jesús de Nazaret él tuvo mucha compasión por los necesitados o gente viviendo en el infortunio. Los necesitados son aquellas personas que carecen de lo necesario para vivir o lo tienen con escasez. Es tan importante la labor social de ayuda a los necesitados, los pobres, menesterosos, indigentes y otros sinónimos que se les aplica. En todas las épocas de la humanidad han existido necesitados por diferentes circunstancias, por ejemplo: la conquista de un pueblo poderoso sobre otro, los sobrevivientes son despojados de todo y se convierten en esclavos. Los hay, por gobernantes sean reyes, príncipes, dictadores, todos ellos corruptos y explotadores de los más débiles, indefensos, ignorantes. En toda sociedad de países de segundo plano o tercermundista hay estos necesitados.
Jesus de Nazaret vivió bajo la ocupación romana, gobierno imperialista y observó la explotación que hacían con impuestos asfixiantes, más la explotación de los dirigentes religiosos del judaísmo provocaba una pobreza extrema, Jesús la vivió en carne propia, no solo cuando vivía en la ciudad de Nazaret sino también durante su ministerio mesiánico, fue apoyado en sus necesidades alimenticias por mujeres económicamente estables o pudientes, mujeres que creyeron que Él era enviado de Dios y que era el Mesías. Jesús dijo en cierta ocasión “las zorras tienen cuevas y las aves de los cielos nidos, pero el hijo del hombre no tiene un lugar donde reclinar su cabeza”. Pobreza extrema, aún así, era un hombre feliz, realizado y nada quejumbroso y vivía para otros, fueran enfermos, hambrientos, huérfanos, viudas y esclavos. Así que, la recomendación del apóstol Pablo es pertinente, ayudemos a los necesitados y primeramente a los hermanos en Cristo, los domésticos de la fe. Y oremos por ellos para que su situación mejore para bien. Tampoco debemos menospreciar a los indígenas o a los ignorantes, ellos no tuvieron mejores oportunidades que nosotros para salir de esa situación. Jesús dijo, “que el evangelio vino para los pobres.” “No menosprecien a estos más pequeños”.
Compartamos el amor de Dios y la salvación en Cristo con ellos y sirvamos desinteresadamente, sin ver a quien.
Lee Romanos 12:12-16