A veces nos preguntamos si debemos diezmar cuando tenemos deudas. La deuda frecuentemente es un testimonio de que la persona no está diezmando. Debe ser, pues, una motivación para empezar a diezmar, con el fin de permitir a que Dios muestre su poder en la obtención de libertad financiera. Como cosa práctica, debe haber acuerdos con todos los acreedores, de modo que ellos sigan recibiendo algún pago y la promesa de más conforme los fondos se incrementen (Mateo 6:33).
¿Debe diezmar un marido si su esposa no desea que lo haga? Sí, sin embargo, las objeciones de ella en cuanto al diezmo deben de ser una señal para él de que posiblemente no esté supliendo sus necesidades, sea en lo material o en lo espiritual. Sería importante para este marido descubrir las verdaderas razones por las que su esposa no quiere que diezme. Si han sido descuidadas algunas necesidades materiales, el marido debe suplirlas; luego debe platicar con su esposa acerca del consejo bíblico sobre el diezmo. Dios hace al hombre responsable por enseñar la Palabra a su esposa (Efesios 5:25-26).