La segunda recomendación del apóstol es, seleccionar a creyentes capacitados para discipular o enseñar a otros. Jesucristo dijo a sus discípulos “vayan y hagan discípulos”. Esta es la tarea de todo seguidor de él, tú, yo y otros más. Es un mandato de Jesús que nos dejó y que no podemos ni debemos evadir, porque Él depositó su confianza en sus seguidores.

Le recomienda que observe tres ejemplos de fidelidad a tomar en cuenta:

El soldado que está comprometido con su ejército y con su superior y no se inmiscuye en otros asuntos civiles que no tienen nada que ver con su trabajo.

El atleta, que debe sujetarse a una disciplina y cumplir con los requisitos requeridos y con un reglamento si desea ganar la corona. Los seguidores de Cristo deseamos alcanzar la meta de fidelidad a Cristo y a sus mandamientos, cuando lleguemos a esa meta recibiremos la corona de gloria que el Señor Juez Justo nos dará.

El labrador es el tercer ejemplo, si desea lograr una buena cosecha, tiene que cuidar la siembra con responsabilidad porque él recibirá el resultado de su trabajo. Igual nosotros estamos en la siembra de la palabra de Dios y debemos lograr una buena cosecha de almas para Cristo y recibiremos el reconocimiento y la satisfacción, que con nuestra dedicación hemos participado en el crecimiento del reino de Dios.

En el versículo 7 dice que debemos reflexionar en esto y Dios nos dará mayor comprensión de todo.

Lee 2 Timoteo 2:1-7