El profeta Ezequiel recibió un mensaje. El Señor se le apareció por medio de visiones extraordinarias, Dios quiso que el profeta les predicara a los exiliados en babilonia y que les hablara de Él, de quién era y de sus planes. El mismo llamado es para nosotros. Debemos seguir el modelo de Ezequiel para dar nuestro mensaje a otros.
AL TESTIFICAR DE CRISTO COMBATIMOS EL MAL O PECADO
Dios le dijo a Ezequiel: -los amonestarás de mi parte- El Señor es directo y específico. Nosotros no debemos excusarnos, tenemos que advertir a la gente del peligro de morir sin Cristo. El pecado es engañoso, seduce, pero los resultados son malos y terribles. El pecado es peligroso, como lo son las drogas, alcoholismo, etc. Todo esto trae a la ruina.
DEBEMOS TESTIFICAR CON O SIN RESULTADOS
Dios le advirtió al profeta que ellos podían oírle o no, porque había muchos que eran resistente y desobedientes, pero algunos sí oirían y aceptarían el mensaje. La palabra cumple su propósito para salvar o para condenar (Isaías 55:11).
No te desanimes si el resultado es negativo, tu solo darás el mensaje de Dios, el mensaje de salvación y el testimonio de Cristo. Qué bueno si las personas reciben la salvación porque eso produce alegría en el cielo y en nosotros.
Lee Ezequiel 3:10-11