• El enemigo se opone al avance de la obra de Dios. Su plan es impedir que tú te involucres en la obra de Dios, de rescatar a otros para Cristo. Se te presenta la oportunidad y no compartes el evangelio, no discípulas a alguien con la palabra de Dios, y tú te acobardas, claudicas, eso te pudo haber pasado el año anterior y él ganó la partida.
  • Satanás es un enemigo que destruye, él es especialista en deprimir, provocar la tristeza, el desánimo. La gente de Israel al ver las ruinas de su ciudad sintió gran dolor, tristeza e impotencia; no hay esperanza, pero Dios dice: entra y toma posesión de esta tierra y yo quitaré tus nubes de angustia y te daré la victoria.

Así es Dios, que no te invada la preocupación, Él está a nuestro lado para infundirnos entusiasmo y ayudarnos para alcanzar eso que necesitamos.

Continúa…

Lee Zacarías 3:6-7