“Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes”

Job 42:2

El Rey David dice en el Salmo 9:10 “En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor jamás abandonas a los que te buscan” Y en el Salmo 18:2 “El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. ¡Es mi escudo, el poder que me salva, mi más alto escondite!

Parece ser que toda nuestra vida está basada en la confianza. Por ejemplo:

Tenemos que confiar en los pilotos cuando nos subimos en un avión . . . Si no, no subiríamos. Quien ha saltado en un paracaídas tiene que haber confiado en el profesional que lo fabricó, la tela que no se rasgaría y los elementos que la sostienen. Pero principalmente, lo que con mayor énfasis se nos ha enseñado es a confiar en nosotros mismos.  Por ejemplo, la frase: SI QUIERES HACERLO BIEN HAZLO TÚ MISMO. Eso enseñan las personas con experiencia y habilidad. Basándonos en este concepto, hemos desarrollado un nivel bastante alto de autoconfianza. Porque la confianza es un factor esencial de la vida, sin embargo, todos tenemos la sensación de que no hay nadie digno de confianza. Por eso, a la gente, le cuesta mucho confiar en Dios, en Cristo y en el Espíritu Santo.

Ciertamente, nadie es totalmente digno de confianza, ni siquiera nosotros mismos. Posiblemente te has decepcionado de alguien porque tu confiaste en él o en ella y te falló.  Todos hemos tenido esa experiencia o fuiste tú o yo los que fallamos.   LA BIBLIA NOS ENSEÑA CONFÍA SOLO EN DIOS Y PERDONA A AQUELLOS QUE TE HAN DECEPCIONADO. 

Aprende lo siguiente: Debemos tener presente que, aunque la vida se basa en el factor confianza, no podemos confiar en la confianza, nos decepcionaremos tarde o temprano, y podemos salir heridos otra vez.

Continúa…

Lee Job 42:2 , Salmo 18:2-3