“Estén Siempre Alegres.” “Oren Sin Cesar”. “Den Gracias a Dios en Toda Situación, — porque esta es Su voluntad para ustedes en Cristo Jesús”

1 Tesalonicenses 5:17-18

El segundo consejo que se une al primero es:

NUNCA DEJEN DE ORAR.

No dice: Oren. Dice, que Nunca dejemos de orar, que es igual a: orar sin cesar.  Satanás nunca dejará de atacarnos, enfermarnos, engañarnos, desanimarnos o seducirnos por medio de la tentación. Por eso el seguidor de Cristo no puede darse el lujo de vivir cada día sin orar. Nuestro enemigo es real no es una ficción. El usa lo que le sirve, incluyendo a alguien de la familia, amigos o conocidos para tratar de que sigamos atados a una condición lastimosa, o a una práctica inconveniente; tratará de alejarnos de la comunión con Dios, de nuestro caminar con Cristo.

El dijo: “Padre, no te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo lo soy” (Juan 17:15-16).  “Eran tuyos, tú me los diste” versículo 6 —  Así que tú y yo somos de Cristo, de la familia de Dios. Por lo tanto: Nunca dejes de tener comunión con tu Padre Celestial. La oración debe ser cultivada, y es de todos los días. Este consejo del apóstol Pablo no quiere decir que debemos dejar de trabajar o de atender nuestros asuntos familiares. Más bien, sus palabras significan que en cada oportunidad del día, hay que orar, porque al estar en la presencia de Dios nos sentimos bendecidos; hay que mantenernos con un espíritu preparado y receptivo para entablar una conversación con el Señor a cualquier hora que nos sea posible.

Continúa…

Lee Juan 17:14-19